La cadena estadounidense de grandes almacenes está en la balanza.
Luego de años de perder dinero, hay”dudas sustanciales” sobre si podrá mantener sus puertas abiertas.
Pero también insistió en que las acciones que ha tomado para mejorar sus negocios deberían ayudarle a reducir ese riesgo.
De todas formas fue una confesión espectacular para la cadena propietaria de Sears y las tiendas Kmart, que durante años se ha obstinado en creer en la posibilidad de una mejoría a pesar de que buena parte de su clientela ahora opta por Wal-Mart, Target o Amazon.
A últimas fechas, Sears ha sobrevivido principalmente gracias a préstamos millonarios canalizados a través del fondo de riesgo de su presidente y director general Edward Lampert, pero las ventas siguen cayendo. Sears Holdings Corp. informó el martes por la noche que perdió más de 2.000 millones de dólares el año pasado, y sus resultados operativos ponen en duda el futuro de una empresa que comenzó en la década de 1880 con ventas por catálogo.
La compañía conocida por marcas como las baterías DieHard y los electrodomésticos Kenmore ha vendido gradualmente sus bienes, últimamente su marca de herramientas Craftsman. Pero dice que los acuerdos que tiene para sus pensionados podrían impedirle la venta de otros negocios, lo que provocaría un déficit de fondos.
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Es una historia triste. Este es el lugar que creó la primera cadena de tiendas departamentales moderna. Era el coloso de las ventas al detalle en Estados Unidos”, dijo Craig Johnson, presidente de la consultora Customer Growth Partners. “Pero se ha invertido en ella menos de lo necesario y ha sangrado hasta secarse”.
Las acciones de la compañía, que el mes pasado cayeron al nivel más bajo de su historia, retrocedieron más del 13% el miércoles. Sears intentó tranquilizar a sus inversionistas, y para ello indicó en su sitio web que sigue enfocada en “ejecutar nuestro plan de transformación” y que la prensa no informa debidamente sobre las medidas que toma para reducir los riesgos.
Historia gris
La realidad es que Sears Holdings, dueña de estas dos cadenas comerciales más icónicas de Estados Unidos, se asoma al precipicio. La corporación que dirige el magnate Eddy Lampert admite ya abiertamente a los inversores de que duda seriamente de que pueda sobrevivir. El recorte de gastos y el cierre de tiendas es insuficiente para salvar a la compañía que puso su nombre en Chicago al que en su día fue el rascacielos más alto del mundo.
Los problemas del conglomerado comenzaron precisamente con la fusión de Sears y Kmart, una operación que se valoró en 11.000 millones de dólares y que unió en 2005 a dos de las cadenas comerciales con más historia de Estados Unidos. Juntas tenía 3.400 tiendas en EE UU y 370 en Canadá que daban empleo a 355.000 personas. La dinámica del negocio cambió por completo.
Sears Holdings cuenta en la actualidad con 1.400 hipermercados y su plantilla se redujo tras numerosas reestructuraciones a 140.000 empleados. Su negocio no es capaz de generar el efectivo que necesita para operar y financiar unas deudas se elevan a USD 4.200 millones. La última vez que ganó dinero fue en 2010. Desde entonces acumular pérdidas por valor de 10.400 millones.
La imagen contrasta radicalmente con las fortunas pasadas, cuando era más grande que Walmart. La compañía está tratando de hacerse con liquidez vendiendo algunos activos, como hizo en enero con la marca de herramientas Craftsman a su rival Stanley Black & Decker. También negocia vender Kenmore y Diehard. Pero estas transacciones no serán suficientes para evitar el fatal desenlace.
La declaración de bancarrota se da ya por hecho y eso provocó que sus títulos cayeran más de un 15% en la apertura de Wall Street. Lo único que está en el aire es cuándo sucederá. El último plan de reestructuración presentado en enero incluye el cierre de 150 locales y busca ahorros de 1.000 millones. Llegó a un pacto en paralelo con los acreedores para que le prestaran otros 140 millones.
El sector del comercio minorista atraviesa por un momento de dificultad, por la irrupción de Amazon y los cambios de tendencia en el consumo. Las cadenas por departamento Macy´s y JCPenny también están cerrando tiendas para conservar capital e invertir en la digitalización del negocio. Incluso la cadena de hipermercados Walmart tuvo que modificar su estrategia para adaptarse a la nueva realidad que ya afectó casi en definitiva a la icónica Sears.
WHispanic