La situación económica y la tendencia de construcciones pequeñas en México provocan la reconfigurar del mercado de muebles para adaptarlos a las necesidades de los consumidores, sobre todo de los que integran la generación Millennials.
“Los nuevos departamentos y casas son cada vez más chicos, de ahí la necesidad de adaptar los muebles a esos espacios. Hoy es imposible adquirir mesas de dos o más metros en las tiendas comunes”, declaró José Ramón Alonso, CEO de la firma TuGow.
Con la tendencia de construcción pequeñas, incluso de hasta una superficie de 20 metros cuadrados, ha obligado al sector a recurrir al comercio digital y “dejar a un lado aquellos enormes muebles que compraban nuestros padres o abuelos en las mueblerías”.
La industria mexicana de muebles para armar representa entre 2.0 o 3.0 por ciento en la actualidad, pero ésta podría superar 50 por ciento durante los próximos 20 años, subrayó.
Mientras las ventas mexicanas online han tenido dos años de crecimiento a dos dígitos.
De ahí que la necesidad de “reinventarse” para hacer frente a las condiciones del mercado actual y las altas demandas de los consumidores, entre ellos los Millennials. “El futuro de México es el mueble desarmado”, afirma.
Datos de la agencia Euromonitor International revelaron que el segmento de muebles para interiores, es decir, salas, recámaras y comedores, entre otros, alcanzó un valor de dos mil 849 millones de dólares en 2016.
Esa demanda, aunado a la idea de cambiar muebles cada cinco años al interior de los hogares, tanto por aburrimiento como el inicio de una nueva etapa de vida, “vemos una evolución rápida de la industria en México”, subrayó.
“La evolución de la industria del mueble está en los diseños armables (RTA), en saber aprovechar los espacios pequeños, en salir del color chocolate y en ofrecer a los consumidores diseño, calidad y precio justo, con la ventaja de hacerlo en línea”, puntualizó.