Si bien con la compra de Suburbia, Liverpool fortalece la penetración que tenía planeada en la clase media-baja y baja de la población, un periodo de transición le ha costado millones de pesos. Tras meses de especulaciones sobre quién sería el nuevo dueño de Suburbia, el 10 de agosto de 2016 se anunció que Liverpool sería el comprador del negocio de Walmart. Pero el impulso que recibió el precio de las acciones de la empresa departamental en los días inmediatamente posteriores al anuncio ya se revirtió.
En los últimos siete meses (hasta abril), el precio de las acciones de Liverpool acumulaba un descenso de 21%, lo que representa una pérdida en su valor de capitalización de 56 mil 352.5 millones de pesos.
Dese luego que la noticia de la compra de Suburbia fue bien recibida por los inversionistas, pues la adquisición aumenta 29% el piso de ventas de Liverpool, fortalece la penetración que la compañía tenía planeada para los segmentos C+ y D de la población (clase media-baja y baja) y dobla el número de unidades. Al cierre de 2016 contaba con 122 tiendas, y el acuerdo de compra de Suburbia implica la integración de 119 más.
Sin embargo, si bien los analistas esperan que a mediano plazo la transacción impulse los resultados de Liverpool, en el corto plazo “la integración de las tiendas de Suburbia podría presionar los márgenes, como resultado de la menor rentabilidad de las tiendas adquiridas y los gastos por la integración”, señaló Valentín Mendoza, de la Casa de Bolsa Banorte-IXE.
Luego del anuncio, la calificadora Standard & Poor’s (S&P) puso en “negativa” la perspectiva para la emisora. La agencia estimó que Liverpool enfrentará varios retos en la integración de Suburbia en los 12 a 18 meses posteriores a la compra, lo que reducirá su generación de flujo de efectivo. Por ello tardará más tiempo en reducir su deuda, que además se incrementó para fondear dicha compra.
Entre las dificultades adicionales que enfrenta la departamental, están los gastos adicionales de la adquisicón, el débil desempeño operativo que ha registrado Suburbia en los últimos años, la desaceleración económica del país y la volatilidad de la moneda en los costos denominados en dólares.
“Consideramos que un lento crecimiento económico, mayores tasas de interés y una creciente inflación en el país, que han debilitado la confianza de los consumidores, podrían influir negativamente en los minoristas discrecionales como Liverpool”, detalló S&P.
La situación de México le puede perjudicar. En febrero, la confianza del consumidor cayó 14% y la inflación se ubicó en una tasa de 4.86% anual, la mayor en casi siete años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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